El pasado martes el Consejo Ejecutivo de la Generalitat aprobó los 46 millones de euros para equipamientos que aún quedaban pendientes para el Nuevo Hospital Sant Joan próximo a Residencial La Sedera. La aprobación respondía sólo a un trámite administrativo, ya que el acuerdo entre Ayuntamiento y Generalitat estaba fijado, pero aún así, en las últimas semanas había provocado una serie de acusaciones entre miembros del equipo de gobierno y de Convergència i Unió.
El último episodio se produjo el pasado martes por la mañana, cuando el primer teniente de alcalde y responsable de Sagessa, Eduard Ortiz, afirmó que se llevaría a los tribunales al nuevo Gobierno de la Generalitat en caso de que el trámite de ejecución de los 46 millones de euros no se aprobara antes del 31 de marzo, e indicó que esperaba que ningún miembro de la oposición hiciera uso de este tema para poner palos en las ruedas al Ayuntamiento.
A pesar de la aprobación definitiva de los 46 millones, el portavoz de CiU, Carles Pellicer, mantiene su petición de dimisión respecto Eduard Ortiz como máximo responsable de Sagessa, ya que, según él, "no supo cerrar bien la negociación con la Generalitat para conseguir el dinero y, además, ha hecho acusaciones gravísimas contra el futuro Gobierno ".
Al mismo tiempo, Ortiz señaló que por "ética profesional" quien debería dimitir es el propio Pellicer, ya que "siendo un parlamentario debería estar informado de las decisiones tomadas por el Consejo Ejecutivo de la Generalidad". Con todo, el alcalde de Reus, Lluís Miquel Pérez, ha cerrado la polémica subrayando que el concierto económico para el 2011 será un 30% más elevado, pasando de 98 a 131 millones de euros.
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